15 de mayo de 2023

ESCALERAS PARA CUERPOS INVISIBLES

Cada escalera es el molde de un cuerpo ausente, (al menos del mismo modo a como una caja de pino es la funda de un cuerpo yaciente). Cada uno de sus peldaños conforman la secreta funda de un pie, (de modo semejante a como lo hacen los zapatos aunque sin envolverlos). Puede que por eso mismo, porque en las escaleras reconocemos a alguien ausente, las excepciones nos descubren algunas de sus cosas invisibles.
Construir escaleras con lo que se tenga a mano, como es el caso, hace que las proporciones, el sistema constructivo y hasta su propia lógica se encuentre dislocada. Entre unas pisas precarias no cabe un pie porque el ladrillo está simplemente acumulado y es provisional. El ascenso por unas escaleras de ese orden resulta aun más peligroso que el ya de por si peligroso ascenso por unas bien paridas. Por mucho que a veces las escaleras tengan forma de escalera, por mucho que incluso sirvan para ascender o descender por ellas, cuando su objetivo no es acompasarse con el cuerpo del usuario sino algo turbio, quizás debieran llamarse de otro modo.
Las escaleras entonces hablan de pura inseguridad, de abusos y, sobre todo, de lo poco que importan las personas que las usan. Estas escaleras no son entonces fundas de un cuerpo, sino colmillos. Y huelen a explotación y a cosas peores. Son mandíbulas que trituran cuerpos y almas.
Each staircase is the mold of an absent body, (at least in the same way that a pine box is the sheath of a lying body). Each of its steps conforms to the secret casing of a foot, (similar to how shoes do it without enclosing them). Perhaps for that very reason, because we recognize the absence of someone on the stairs, the exceptions reveal some of their invisible things.
Building stairs with whatever is at hand, as in this case, causes the proportions, construction system, and even their own logic to be dislocated. Between the precarious steps, a foot cannot fit because the brick is simply piled up and provisional. Climbing stairs of this kind is even more dangerous than the already dangerous ascent on well-made ones. Despite the fact that sometimes the stairs have the shape of stairs and even serve to ascend or descend them, when their objective is not to sync with the user's body but something murky, they should perhaps be called something else.
The stairs then speak of pure insecurity, abuse, and above all, how little the people who use them matter. These stairs are not covers of a body but fangs. And they smell of exploitation and worse things. They are jaws that crush bodies and souls. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha encantado tu reflexión sobre éstas escaleras, esas que no toman en cuenta al usuario, convirtiéndose muchas veces en "atentados" contra su seguridad. Situaciones que observamos frecuentemente en el llamado 3er. mundo, donde las personas aprenden a "sobrevivir" cada día incluso de sus escaleras, y que tienen que ver con pobreza o precariedad...
Pero sorprenden más cuando encontramos ejemplos así: de "escaleras asesinas" en el 1er. mundo, pues en este caso tienen que ver con razones de "ambición inmobiliaria" y usura, y no con necesidad o subsistencia, con el deseo de sacar el 110% de la rentabilidad del suelo que han comprado (parcelas para 28 viviendas, donde se sacan 29) y que transformarán en viviendas que ellos jamás habitarían y que toda la regulación existente permite y hace la vista gorda...
Me tocó habitar una de ellas, con una escalera de 90 cm, que en un giro de 90° albergaba hasta 3 peldaños...por supuesto no entraba mi pié y si no prestaba atención podía terminar cayendo...y estaba en Madrid... Isabel Sardón

Santiago de Molina dijo...

Muchas gracias por tu comentario Isabel!!.
Las escaleras asesinas esconden problemas de sobreexplotación encubierta. Además de mal diseño. Un saludo afectuoso y gracias por tu tiempo.