La tierra es el grado cero de la arquitectura. Como materia nada hay más modesto. Todo sale del suelo y todo vuelve a su seno. El transcurso de esa invisible odisea en el que la tierra se eleva hacia lo alto - contra su propia naturaleza - para volver a su hogar, no parece invitar a la construcción de obras maestras. (Entre otras cosas porque las obras maestras parecen requerir de materiales más sólidos y con mayor vocación de perennidad).
El carácter frágil del terreno hecho material que acaba volviendo indefectiblemente a ser parte de la topografía y del paisaje, dota a esas obras de un carácter algo huraño y masivo, seguramente como el que podemos imaginar a Ulises. El resultado de esas obras, siempre de color equivalente al del propio lugar, por mucho que la tierra se apelmace con agua, paja o cosas peores para transmutarse en sobrios muros y templados reductos, no logra separarse, oponerse, ni acaso negar el sitio de origen. Tal vez todo esto no ayude a pensar en el adobe a lo grande, ni a dar cabida a eternas aspiraciones arquitectónicas. La tierra no es capaz de transustanciarse en algo mayor si no es por un aliento divino. La tierra no puede soñar. Aunque ya de vuelta a su yacimiento, tal vez añore el momento en el que fue tierra ordenada.
La tierra volverá siempre a la tierra, decíamos, pero el viaje merece la pena.
Y si íntimamente sabe que solo es polvo, como nosotros, al menos por un momento fue polvo astral.
4 comentarios:
Las Huacas peruanas perdurando años gracias al clima de la región con cero lluvia a pesar de la humedad.
Siempre que pienso en este postulado que aquí compartes, lo conecto con ‘tura’, tu sabes, ese sufijo valioso que casi no le prestamos atención en lo cotidiano. Tura, como ese acompañante transitivo que nos indica que algo permanece ahí, en constante acción. Arquitectura, escritura, escultura.... me hacen pensar que vienen de esa tierra que siempre vuelve a su grado cero y que anhelan remitirse a ella constantemente. Gracias por ponerme a pensar en esto!
Muchas gracias por tu lectura, Manuti. También por añadir el dato de las Huacas. Un saludo cordial.
Muchas gracias por tu tiempo, tu lectura y tu comentario. Y también por poner el acento en el sufijo "tura". Un saludo cordial.
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