8 de febrero de 2021
PENSAMIENTOS SOBRE LA SILLA
2- Sentarse es también un acto cultural y político de primer orden. Al principio solo los reyes y
los papas tenían un asiento. El poseedor de ese asiento era el poderoso. Desde
la silla se imparte justicia y se dogmatiza. Luego, al popularizarse, el cuerpo se acostumbró a ocupar una geometría de ángulos rectos, ya vacía de poder aunque sin eliminar por completo su símbolo.
3- Como los gatos, las sillas tienen cuatro patas. El
paralelo no es gratuito y nace con las primeras sillas conocidas. Las patas de
las sillas mesopotámicas están cercanas no solo a la forma sino al silencioso caminar de un felino
doméstico.
4- El canto, la poesía y el saber ha sido transmitido en occidente
por interlocutores sentados. El saber es sendentario. En esa trasfusión del conocimiento el puesto cercano al maestro se privilegia. En el Banquete y
en el Nuevo Testamento se discute sobre el lugar donde sentarse. Sócrates
prefiere la cercanía de Agatón a la de Alcibíades.
5- Cada asiento es capaz de
datar el clima cultural de su tiempo. Sigfried Giedion dice en
la Mecanización toma el mando, que la manera de sentarse representa la
naturaleza de un periodo histórico. En el sentarse se recogen, pues, muchos de
los prejuicios de cada época. Con total seguridad los apóstoles no estuvieron
sentados en torno una mesa en la última cena sino reclinados como lo hacían los
romanos. Jesucristo repartió el pan y el vino a sus discípulos recostado desde un
triclinium.
6- En cada silla se extiende la sombra de la ciudad. Ser ciudadano
es tener una silla y ocuparla. El sentarse supone empezar a hablar. Sentarse uno
frente a otro es entablar una comunicación in-mediata. Aunque no se cruce una
palabra. El parlamento inglés es un ejemplo. El ideograma chino que representa
el concepto de sentarse y meditar, tso, representa dos sillas enfrentadas.
7-
Cada silla está a la espera de un cuerpo y es, por tanto y de modo indirecto, un
retrato también de quien las usa. La silla es un contramolde de una anatomía.
Cada silla es antes un traje que un personaje.
8- La silla divide al mundo en dos mitades. Oriente al completo se
sienta de un modo impensable para las rígidas y anquilosadas extremidades
occidentales. La silla empleada sin control horario termina afectando al suelo
pélvico y a las espaldas judeocristianas. Las sillas, dicho de otro modo, son un
invento contranatura. No es un demérito. También lo son la filosofía, la entomología, y hasta la
penicilina.
9- El asiento de los aviones es cada vez más estrecho y agobiante. El
espacio alrededor de las sillas es un negocio multimillonario. En los teatros,
en los autobuses, en las salas de conciertos esto es casi palpable. Se paga por
una silla no por el espectáculo. El espectáculo es gratis. Ya ni siquiera se
paga por la comodidad sino por el status. La posición de la silla en el espacio
marca el territorio del capitalismo.
10- La silla fue el lugar de
experimentación del arquitecto moderno. Son maquetas de arquitectura y un programa de futuro.
Y por ellas son odiados sus autores. Un arquitecto primero se cambia el nombre,
luego hace una silla y luego, con suerte, hace una casa. Por ese orden. Sin embargo lo importante de las sillas depende hoy más que nunca del espacio que se deja entre ellas. Ese espacio es el que conviene diseñar como si de ello dependiera el mismo futuro de la arquitectura.
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