Existe en toda obra de arquitectura una habitación que no se encarga, una parte del programa que apenas algún cliente solicitaba, pero que todos ellos pagan, aun sin saberlo, aun sin estar incluida en partida alguna del presupuesto: la habitación exterior.
La habitación exterior es la causante de que se produzca la progresiva ligazón del aire, sea de la ciudad o del paisaje, con la materia de la arquitectura. Es el lugar donde comienza la condensación del espacio; es el lugar que en propiedad podemos denominar ya “espacio” de una obra.
Esa habitación contiene lo necesario para que se produzca lo que en al sur de España se conoce como “salir a la fresca”. Se sale “a la fresca” en una habitación exterior que no necesariamente coincide con el espacio de la propia calle, pero si con la capacidad de los muros de una casa de resguardar en su extradós. Alvar Aalto hizo de su patio de Muraatsalo un habitación exterior donde se atrevió a poner la chimenea de la casa para significarla. La habitación exterior de la que hablamos es el fondo sobre el que Fra Angélico supo representar la belleza de su Anunciación.
En la habitación exterior suele haber dos puertas, una invisible, con forma de sombra o aire, y otra, tangible, que coincide con la puerta de entrada a la arquitectura. Esta habitación en ocasiones se identifica con el umbral de la casa, en otras se asemeja a un jardín, en otras a un patio, a una terraza, o a una azotea, como en la casa Malaparte.
No tengo noticia -y seguramente se deba más a mi desconocimiento que a la realidad- de que nunca la ingeniería erigiera conscientemente una habitación exterior de este calado, (el espacio “debajo de un puente” no es más que una habitación precaria y casualmente exterior, pero no un habitación exterior como tal).
La habitación exterior es universal porque en ella se da mucho de lo que un habitante identifica con “la buena vida” de una casa.
9 comentarios:
Una columna perfecta, Santiago . Felicitaciones.
Una buena habitación para la nostalgia de este veranito que en cuatro días deja Chile.
Un abrazo.
Muchas gracias Patricio. Un saludo transoceánico!
Uau! Una preciosidad de entrada. Emocionante, evocadora y sugestivisima...me ha encantado. Entresaco especialmente esta idea "En la habitación exterior suele haber dos puertas, una invisible, con forma de sombra o aire, y otra, tangible, que coincide con la puerta de entrada a la arquitectura." Es amplísima, por si sola . Gracias.
Es emocionante Aalto y la obra de Líbera también, Obviamente no son espacios creados sin intención como debajo de un puente.
Un saludo desde la UAX, por cierto, gracias por la charla de este Martes.
Muchas gracias por leerlo siempre con esa generosidad, ChusdB. Te envío un abrazo!
Jn Cerrillo, Muchas gracias por compartir tu parecer.
El otro día fue un placer visitaros y poder charlar un rato de lo que es hoy ser arquitecto con tantos amigos como tengo por allá.
Abrazos y gracias
Que buen concepto "En la habitación exterior suele haber dos puertas, una invisible, con forma de sombra o aire, y otra, tangible" , reafirmandome que la arquitectura es poesia....
Gracias Gilbero!. Nos lo tomaremos como un cumplido. (Aunque es bien sabido que para muchos eso de la poesía y la arquitectura está ligado con justicia al hambre).Saludos
Gracias Gilbero!. Nos lo tomaremos como un cumplido. (Aunque es bien sabido que para muchos eso de la poesía y la arquitectura está ligado con justicia al hambre).Saludos
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