En una animada conversación, y hablando sobre las dificultades de entrar descendiendo, bromeamos sobre como la entrada del Louvre de Pei es un buen umbral de salida pero no de entrada. Como si fuese solo media puerta.
Como si fuese posible media puerta.
No obstante, imaginemos habitar media habitación. No una habitación pequeña, sino exactamente media habitación. Esa entelequia tal vez muestra una verdad tangible de la arquitectura. No hay mitades arquitectónicas. Aquello que haya en arquitectura, lo hay entero. Como un principio de indivisibilidad mínimo: no hay medios espacios, ni medios proyectos. Porque medio proyecto es un proyecto malo.
Igualmente, a partir de esa broma, habría que repensar también sobre la posibilidad de lo "doble", y lo que significa.(Y difícilmente podría objetarse a lo anterior con la existencia de "dobles alturas", por tratarse de una convención obscena sobre lo que significa "la altura" como unidad de medida universal entre los 2,26 y los 2,50 metros). Claro que reflexiones así solo surgen con la copa medio llena, entre amigos, o "en medio del camino de la vida".
9 comentarios:
¡Caray qué trabalenguas! (entre lo entero, lo medio, y lo doble). Déjame discrepear, porque creo que sí existe lo 1/2, al menos en lo que se refiere a habitaciones: ¿es una alcoba 1/2 dormitorio? Sí lo es, al menos para definir en un programa aquélla pieza que no colaría como tal revisada en una licencia... pero que, a la hora de la verdad, con una cama metida en un nicho y una cortina, ya lo es. Un abrazo, AM.
En términos de licencias urbanísticas... Quizás.
Pero una alcoba no es media habitación. Por mucho que sea una habitación pequeña.
O dicho de otro modo, para hacer un proyecto de una alcoba, valdría con medio proyecto de habitación?.
Me alegra discutir contigo sobre los "átomos" de la arquitectura.
Saludos y gracias, como siempre por la generosidad de participar!!
"Para hecer una alcoba, ¿valdría con hacer media habitación?" well, #thatisaninterestingquestion! Y no sé muy bien qué contestar, porque de hecho a la alcoba le "faltan" elementos que sí tiene una habitación estándar. 1abrazo, A.
Varias veces he visitado el Louvre, y ni una sola vez entré por la pirámide. La puerta Richelieu, permitía, además de evitar la cola de turistas, llegar al vestíbulo desde la calle, y disfrutar del fantástico hall de Pei inundado de luz.
Una sola vez, pensé en salir por ella y después de subir la escalera, contrariado o quizás equivocado, o cegado por la luz deshice mis pasos.
Media puerta?...quizás topera?
Un abrazo, Andres. Difícil cuestión.
Javier, la palabra "topera" esta muy bien escogida!!.
Gracias por tu comentario y saludos!
Muy interesante el concepto de «media puerta».
Yo que vivo en Paris lo puedo confirmar, el Louvre funciona con medias entradas y medias salidas.
Pero hay un buen ejemplo de entrar descendiendo, es el centro Pompidou de Rogers & Piano.
El exito de esta entrada, quizas sea que uno ya descendio cuando pasa el umbral y que este descenso los arquitectos lo llamaron «piazza».
Lo que si es igual en los dos casos, es que una vez dentro de ellos, uno vuelve a subir, para luego bajar y de nuevo a subir .........................
Gracias por su blog.
François Guynot de Boismenu
Que buen ejemplo, efectivamente el Pompidou es un bien contra caso.
Se me ocurre otro ejemplo de ese orden también muy logrado y es el acceso a la torre del BBV de Oiza. Un descenso brusco, en el que casi se toca la torre, para luego subir.
Claro que, ahora que lo pienso, se trata de dos puertas muy enteras. Allí no hay nada de "medias" puertas.
Un saludo y gracias François !!
El Banco BBV, muy elegante como ejemplo Santiago.
En este edificio siempre me impresiono el trabajo de Oiza, dibujando lo duro como lo blando (ventilacion, electricidad, etc) ese «espacio fantasma» que tu llamaste en febrero del 2012.
Una epoca donde los bancos tenian verdaderas puertas
hoy son verdaderos agujeros!
François
Gracias François y saludos!!
Publicar un comentario