18 de enero de 2011

UNA SILLA ES UNA SILLA ES UNA SILLA


En 1965 Joseph Kosuth plantó en el MOMA de Nueva York su obra, “tres sillas”, copiando impunemente una idea de Magritte de sólo 35 años antes: su célebre “Esto no es una pipa”.
Donald Judd, tras ver esa sucesión de sillas, solo logró balbucear:“una silla existe en cuanto silla. Y la idea de una silla no es una silla. Una buena silla es solo una buena silla”, declaración que roza lo más insondable de la filosofía, la poesía pura a lo Gertrude Stein, o la constatación de una obviedad al estilo de la más pobre crónica deportiva. El caso es que una buena silla, no por serlo, era una obra de arte digna de estar en un museo. Y puede que en realidad ese fuese el mensaje más profundo de la tautología de Judd. Por lo demás, la silla en cuestión era, muy a propósito, de lo más vulgar.
Foucault, - y conste que no se cita con ostentación- ha escrito lúcido y claro sobre aquella obra de Magritte bien parecida a ésta que, por cierto, si que es hermosa. No obstante bajo ambas se esconde una de las cuestiones más delicadas y particulares de la música, la pintura, o la arquitectura y para nosotros, el meollo del asunto. Para todas ellas, la distancia entre la representación y las cosas es no sólo una postura ante el mundo, sino un hecho inevitable. Esa distancia inconmensurable es la distancia de la música real frente a ese baile de hormigas sobre el pentagrama, o la de la arquitectura construida frente a sus meras líneas sobre el papel. Que esa distancia se sienta lejana o ínfima es una declaración estética y por tanto una forma de ejercer las respectivas profesiones.
De hecho, y visto desde ese punto de vista, la declaración de Judd ponía de manifiesto que ninguna de ellas era una silla: ni la imagen, por ser sólo una fotografía; ni su definición, por ser posibles sillas fuera de ella; ni siquiera el objeto real, por haber sido declarada obra de arte y por tanto inútil para sentarse a riesgo de ser echado a patadas del museo.
Por cierto, a esas sillas de Joseph Kosuth quizás aun les faltaba esa cuarta silla, la silla dibujada: la de los planos de la silla proyectada. O dado lo vulgar del objeto, los dibujos para su patente.

8 comentarios:

Nuno Costa, Portugal dijo...

Como dijo alguna vez el maestro oiza: "las partituras de beethoven son ya musica antes de que se oigan..."
Las viviendas de Alcudia de A.Sota no seran ya Arquitectura por lo que sugieren? No habremos vivido mas en esas viviendas de que en otros sitios "reales"?

Enhorabuena por el blog.

Santiago de Molina dijo...

Efectivamente, Nuno. Pero también el mismo Don Francisco dijo en ocasiones lo contrario: solo es música una vez que se ejecuta, solo el hecho construido es arquitectura.

Dos posturas que marcan el modo de ser arquitecto.

Sin embargo y respecto a lo que dices, y efectivamente de nuevo, hay arquitecturas no construidas más "reales" que las construidas...
No se si pueden ser las dos cosas ciertas a la vez. Pero el serlo depende de cada obra.

¿Necesitan la arquitectura construirse para ser real?¿O a alguna puede bastarle quedar sobre el papel para estar verdaderamente construida?

Gracias por tu comentario!

Víctor dijo...

Leyendo la entrada y los comentarios, y sin ánimo de ser oportunista, me planteaba ya que es actualidad cuánta arquitectura hay en una maqueta...
Y supongamos que esa maqueta es una maqueta objetual de un sólo material, madera, especialmente atractiva, pero especialmente poco efectiva si de lo que se trata es de valorar las cualidades de los espacios...
A mi juicio es un objeto arquitectónico, que no arquitectura que llegará más adelante o no, claro que esta es una discusión etimológica más que arquitectónica...

un saludo

Santiago de Molina dijo...

Victor, es muy pertinente esto que comentas.

Por ejemplo para Gehry la maqueta ya es arquitectura, en cuanto hecho construido. Para él, una vez que existe la maqueta la obra establece una pura continuidad con ella. O en otras palabras, el comienzo de la obra coincide punto por punto con el del modelo.

Saludos y gracias por tu comentario.

Andrés dijo...

Off-topic, querido Santiago: ojalá todos los velos que ponen nuestros alumnos a modo de fachada fueran como ese que ilustras aquí a la derecha, y los edificios que esconden tras esa incapacidad compositiva fueran como esa Marilyn ya madura. Y que no me oigan (los alumnos). ¡Un abrazo! A.-

Santiago de Molina dijo...

Al hilo de los velos, Juan nos ha enviado dos más que iré colgando en las estrategias de la semana. No tan hermosas como Marilyn, pero tienen su aquel y sus autores más aun. A ver que te parecen. Abrazos, Andrés!.

Andrés dijo...

Quedo a la espera; sobre velos, recomendable este artículo de Engawa:

http://www.engawa.es/index.php?/project/12--el-velo-de-lo-interno/

Abrazo, A.-

Santiago de Molina dijo...

Gracias por la estupenda referencia de los velos de la revista ENGAWA.
Abrazos!!