25 de enero de 2011
MIRALLES, EN EL FUTURO
En el futuro, del trabajo de Enric
Miralles deberá decirse muchas cosas. Pero seguramente lo grueso de esas
aportaciones provenga desde el pensamiento de sus dibujos.
Porque de Miralles resultan
admirables algunas obras y todos sus dibujos: pasmosos, hipnóticos, y a partir
de un instante, todos muy próximos entre sí. Como si a pesar de la variedad de
intenciones todos fuesen el mismo proyecto,- y en su caso solo cabe entenderlo
como un piropo-.
Es posible ver en su figura a
alguien que supo sacar verdadero partido a una forma de dibujo de los años 80,
cultivada cerca de la deconstrucción y ya perdida, que logró trazar la
complejidad por medio de la superposición y la discontinuidad. Una técnica que
sin embargo supo librar del drama y transformar en un lenguaje vivo, alegre y
liviano. Porque sus dibujos son leves, etéreos y expansivos, como haces de
líneas densos y cargados. Sin esos tics vacíos en que es tan fácil caer siendo
buen dibujante.
Esas madejas conectadas recogen
también la herencia cubista, como un collage de cosas que son capaces de
conservar su propia entidad. Y donde, aun a pesar de pertenecer a un
conglomerado, resulta posible su individuación. Es fácil, en ese sentido,
encontrar hermandades entre Miralles y Siza, por la común relación entre los
objetos-personajes y sus arquitecturas.
Sus
dibujos de línea, no separan espacios o usos sino que marcan leves
zonas, tenuemente diferenciadas, líneas de un grosor infinitesimal
superpuestas, energéticas, cargadas como anguilas. Sin embargo sus líneas, a
pesar de lo ligero, son líneas de construcción.
A pesar del garbo con que se despliegan, son materia imaginada,
anticipada por medio de un trazo que llega a mostrar incluso un orden
constructivo. Seguramente por esa continuidad indestructible entre dibujo y
construcción sus documentos pueden entenderse como partituras o libros de
instrucciones para la consecución de una obra. Pero también en sentido inverso,
sus obras pueden ser interpretadas como dibujos por venir.
Miralles mismo confía al documento
en planta el reconocer y gestionar el desarrollo del proyecto. Solo con un
talento creativo exuberante, es posible explicar desde ese corte horizontal, en
exclusiva, la complejidad material de sus elementos, y eso lo sitúa fuera del
mismo ámbito de preocupaciones y habilidades de sus contemporáneos. Tal vez por
eso Miralles parece un ser fuera del tiempo, - como también lo fue Gaudí-. O
dicho de otro modo, tal vez sea el tiempo quien pasa a través suyo:”Pasar a través
de las cosas mientras se transforman”.
Las palabras más certeras sobre
Miralles han sido pronunciadas por el mismo. Quizás haya aun que esperar diez
años más para hablar en verdad de su obra.
Etiquetas:
DIBUJAR,
PERSONAJES
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8 comentarios:
Los dibujos de Miralles.... gran lugar en el que detenerse a pensar. Creo que más que estar fuera del tiempo, de un tiempo concreto, Miralles estaba en todos los tiempos, paseandose para poder ver mejor*
Gracias Clara,
Es verdad lo que dices!!; hay en Miralles una conciencia de estar extendido en el tiempo, tú hermosamente dices, paseándose.
Tal vez es semejante a dejarse atravesar por el tiempo. Como con sorpresa. Con los ojos mirando hacia atrás y hacia delante, simultáneamente.
Con lo impermeables a ese fluido que son el resto de los mortales, eso es toda una habilidad.
En relación a esta postura ante el tiempo otros arquitectos se posicionan sin esa mirada bifronte. Solo en una dirección. O como diques u obstáculos.
Me gustaría compartir una reflexión a cerca de los dibujos de Miralles con el siguiente enlace.
http://opacos.wordpress.com/2010/11/28/pagina-149/
Un saludo.
Como siempre, magníficas observaciones Santiago! Gracias de nuevo.
Si no me equivoco, la imagen que escogiste para el micro-ensayo es el proyecto para el Círculo de Lectores de Madrid. De este proyecto, Miralles dijo: "Me gustaría encontrar en mis proyectos un lugar escondido donde hacerme una habitación para mi sólo... me gustaría probablemente ser capaz de construir un lugar suficientemente secreto como para que nadie me pudiera encontrar nunca". Entiendo: escapar del tiempo.
Al inicio de su tesis -que es más bien un ensayo de estética, fundamental para quien quiera enteder su pensamiento- Miralles utiliza un dibujo extraído de la novela "Tristam Shandy". Se trata de una línea zigzageante que se pierde en corbaturas y recovecos frente a la línea recta, a propósito de lo cual, Calvino, citando a Carlo Levi, en sus propuestas milenarias dice: "La línea recta es la más breve entre dos puntos fatales e inevitables, las digresiones la alargarán; y si esas digresiones se vuelven tan complejas, enredadas, tortuosas, tan rápidas que hacen perder las propias huellas, tal vez la muerte no nos encuentre, el tiempo se extravíe y podamos permanecer ocultos en los mudables escondrijos".
Escapar del tiempo, escapar de la muerte. Yo también creo, Santiago, que Miralles sigue escondido. ¡Y años por delante para disfrutarlo!
gracias, interferencia, por el dibujito y el texto que nos citas sobre Miralles. Es precioso ver esos croquis donde las ventanas caen como copos de nieve
David,
Muchas gracias por tus reflexiones!.
Efectivamente el dibujo es del Círculo de lectores. Un lugar sin posibilidades, sin luz, profundo y retorcido... hasta que llega Miralles con su obra y aparece un universo de situaciones, recodos y escondites.
Tuve la oportunidad de ver con detenimiento la tesis de Miralles, y además de ser un problema como tesis doctoral en el sentido académico, es un problema de arquitectura. Porque es, efectivamente, una declaración estética.
Por eso estoy de acuerdo contigo en que el problema del tiempo está especialmente presente en su caso. La continuidad del tiempo sentida por Miralles, junto el sentido de lo inacabado parece entrar en conficto con su muerte.
"Escapar de la muerte", como tú bien dices, a través de la arquitectura es creo una de sus premisas menos destacadas de su trabajo. Lo cual es tener un especial sentido de la trascendencia de la arquitectura y de la inmortalidad.
Gracias, David!
Esa caracterización temporal del juego mirallezco que produce su obra es pertinente a la descripción de la historia de Benjamin, con ese ángel que mira a ambos lados (pasado-futuro) y que puede ser explicado con la descripción de Santiago de la "conciencia de estar extendido en el tiempo".
Ese ángel que me recuerda a ese dibujo de Siza sobrevolando el barrio de La Malagueira en una de sus primeras visitas al lugar (no he encontrado esa imagen en la red para enviar el link, la tengo en un libro de Enrico Molteni que es sobre esa obra de Siza). Quizá así esté Miralles antes de producir esos dibujos: abandonado en el vuelo de su juego arquitectónico.
Miralles está cada vez menos escondido. Miralles y su arquitectura está siendo cada vez más conocida y apreciada. Realmente esa imagen de su pasear por aquí y por allá es muy buena.
Miralles logró escapar de ese hondo pozo del pasado -insondable- que Thomas Mann refleja al comienzo de "Las historias de Jacob", de la tetralogía "José y sus hermanos. Tanto escudriño que se hundió, que logró revelar la historia de un hacer arquitectura de interesante originalidad.
Un gran abrazo, muy interesante el blog.
pd: dónde podría encontrar la tesis de Miralles estando yo en Buenos Aires?
Martín,
No conozco la imagen de un ángel que sobrevuela la arquitectura de Siza que nos citas pero es bien precisa.
Respecto a la tesis de Miralles, me temo que no está publicada y su acceso solo es posible por medio de ejemplares originales.
Pero dado el interés creciente que, como bien dices, suscita Miralles, parece que pronto tendremos la posiblidad de verla impresa.
Gracias por tus amables palabras sobre la página y saludos!
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