8 de marzo de 2010
LA LECCION
La lección de arquitectura aparece como algo
espontáneo. El proyecto resuena en el aula y todos se convierten, súbitamente,
en jugadores de ese magnífico juego. Entonces la lección, por mucho que tenga
aspecto de algo severo y afirmativo, se desborda como una nueva pregunta, más
precisa y ágil, que esa cuestión inicial que es el proyecto.
La lección aparece como un "leer en
común", como un desvelar lo que allí permanece oculto y consiste en
señalar las conexiones y los desarrollos de esos dibujos, en establecer las
relaciones que unas cosas guardan con otras y entre si, y tiene como raíz el
hecho de explicar, de aclarar y descubrir los orígenes recónditos de la forma.
Para la lección poco importa que el proyecto sea
bueno o malo. Nada que ver con la crítica, con el discurso o el monólogo. La
lección de proyectos comparte vocación con el coloquio y con el arte epistolar,
donde el receptor de la carta está presente en cada línea y en cada silencio.
Porque el profesor dicta la lección de proyectos
para dos oyentes: el alumno y el mismo. Para uno será una lección más, a la
espera de la lección definitiva que ilumine el resto de su hacer; para él, cada
lección actualiza esa especie de juramento hipocrático del docente: el juramento
de la esperanza.
Etiquetas:
VER
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
En mi opinión, la responsabilidad de los profesores de proyectos en la universidad, es que el alumno entienda estos conceptos, acerca de lo que se da en una lección de proyectos y lo que supone la propia arquitectura, en vez de que el objetivo de estas clases es corregir el proceso que lleva a un producto final y definido para poder ser calificado. Esto yo creo que influye muy directamente en la futura percepción y entendimiento de los proyectos y la arquitectura.
¡Bien! A
Javier, por mi parte en clase creo que no estaría mal que el único que corrija sea el propio alumno, y no el profesor. Y que esa lección, con su proyecto como excusa sea motivo de rectificar y avanzar.
Se que muchos arquitectos en formación buscan a alguien que les corrija sus proyectos. Pero buscan demasiado lejos. Mal profesor si corrije los errores presentados y no hace ver donde están.
Saludos a todos. y gracias también a Andrés por participar
Publicar un comentario