28 de febrero de 2010
DISTINGUIR
Panofsky preguntaba abiertamente a sus alumnos:
“¿Les resulta familiar la Alexandra de Lycophron?, ¿Entienden el
significado de Virgilius Maro Gammaticus?, ¿El de los estudios Asirios
de Hiob Ludolph?, ¿El Somniun de Kepler?” y cuando éstos negaban,
moviendo con la cabeza, les respondía, “Caballeros, ustedes tienen aún que
descubrir el valor del conocimiento inútil”. (1)
Hoy, más que nunca, esas palabras resultan
subversivas. El pragmatismo que nos rodea hace de lo inútil una herejía de
diletantes. Sin embargo, cuántos libros malos son ineludibles para tomar
conciencia de los buenos. Cómo diferenciar dónde está el proyecto o la
información verdaderamente valiosa. Esa es la pregunta clave del mundo que nos
rodea. También la más necesaria.
La anécdota de Panofsky encierra además una
actitud insólita. Querer enfrentarse a la dificultad de encontrar lo
importante, - y no lo espectacular o lo novedoso-, requiere de la generosidad a
que está llamado todo temperamento intelectual, y por ende, todo arquitecto.
(1) HECKSCHER, William S. “Erwin Panofsky: Un curriculum
vitae”, recogido en PANOFSKY, Erwin, Sobre el estilo. Tres ensayos inéditos,
Paidos estética, Barcelona, 2000, pp. 206
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3 comentarios:
Pero con la sociedad en la que vivimos todo es inmediato y hasta john cobra sirve, por ser lo último y lo más escandaloso. No hay tiempo de reflexión y todo es para ayer. Desde luego que “perder” el tiempo es fundamental para cualquier formación y quizás en arquitectura todavía más.
No estoy muy de acuerdo con que halla que "perder" el tiempo. Como dice Santiago, en la formación de cada uno, tratar con lo inútil aporta una capacidad de juicio mayor, por tanto encontrarse con obras desinteresadas resulta interesante (ej: cinde de Ed Wood).
Un saludo y gracias por tus textos.
Me parece que los dos estais de acuerdo. Saludos
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