3 de febrero de 2010

CORTESIA


Respecto al lugar en que se asienta, la obra de arquitectura es, por encima de todo, un ejercicio de cortesía. Igual que cuando se es invitado a una fiesta y por mera educación se presta oído antes de irrumpir con un comentario que pudiese resultar impertinente. No sea que el tema que se tiene entre manos sea más sutil o delicado que el que uno imaginaba; o por el contrario, sea dañino o vacuo, y haya que cambiar el tono cuanto antes para salvar la reunión del aburrimiento.
La arquitectura existente, en ese diálogo ya iniciado, tiene derecho de enriquecerse y ganar con lo nuevo. Lo nuevo tiene con lo existente, deber de urbanidad, es decir, de atención y comedimiento. La ciudad y el paisaje estaban expectantes antes incluso que existiesen como tales. Otras construcciones dejaron huellas sobre el solar y éste guarda memoria viva de ello. Todo estaba dispuesto para dar cabida a la nueva obra.
Cortesía, para que al finalizar la fiesta todos salieran como de la vida misma, ni borrachos, ni sedientos de la nueva arquitectura.
 

2 comentarios:

stepienybarno dijo...

El problema es lo diferente que vemos unos de otros las normas de cortesía! El la gran miseria y la grandeza de la arquitectura, lo que para unos es una intervención delicada y correcta, para otros es un grito a destiempo. El “procomún” arquitectónico siempre ha sido inestable, y con los tiempos que corren más aún pues no da tiempo a asimilar todo lo que se va produciendo.

Así que en principio parece mejor pecar por exceso de prudencia que entrar en la fiesta con demasiada alegría.

Santiago de Molina dijo...

No se yo si la cortesía es una cuestión tan poco objetiva. Si estpy de acuerod que es un hecho cultural y como tal varía de una cultura a otra. Pero solo en el caso de las personas. En cuanto a la arquitectura la cosa, afortunadamente, creo que es más sencilla.
Hay casos sin embargo que serán siempre conflictivos. (Y pienso por ejemplo en el palacio de Carlos V de Granada, a medio camino entre la imposición y el diálogo en muchísimos lugares).
En definitiva no se si es mejor la prudencia, pero si es un momento como para ir con cuidado.