23 de diciembre de 2009
CONTEXTOS Y VISCOSIDAD
Como si fuese necesario proteger
a la arquitectura de si misma, el contexto ha sido interpretado como una
sustancia viscosa capaz de pringarlo todo. Como la miel, o como esas tiras
atrapa moscas que impiden escapar al proyecto, por más que éste agite sus alas
trasparentes.
Sin embargo el lugar es en si
mismo una sustancia estimulante, y no solo algo capaz de animar el cuerpo aun
sin vida de la obra. El lugar es la primera materia gracias a la cual es
posible ver nacer el significado de la arquitectura en el tiempo, y cuya
presencia es sentida como el aire que posibilita su desarrollo; que permite
desplegar el proyecto y verlo respirar.
El proyecto no nace, no puede
nacer, directamente de su entorno. Por más que en ocasiones se finja. Para
mayor gloria de la arquitectura, el lugar y el proyecto no mantienen una
narcotizante relación puramente deductiva. El lugar antecede a la obra, si,
pero solo una vez que la arquitectura se ha enraizado en él. Antes de la
llegada de la edificación no podía establecerse como precursor, solo era un
conjunto, un trenzado que contenía potencias y taras. Y el proyecto con su
llegada solo las pone de manifiesto o las descarta.
En el destejido de esas
posibilidades latentes, su elección y posterior retejido, el lugar queda
trasformado y el proyecto adquiere para si auténtico sentido.
Etiquetas:
CONTEXTO
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2 comentarios:
Parecen venir a cuento de lo que relatas en el texto las palabras de Siza, “yo no soy contextualista, me horroriza el término”. Y no es por que su arquitectura no sea contextual, que en muchísimos casos lo es, sino porque su arquitectura es mucho más que echar lazos a lo existente. Como bien explicas, la arquitectura no puede ser consecuencia del entorno, y nada más.
Aunque nosotros nos quedamos con esa opción antes que los cachivaches y matrotetos que se ven por ahí, y que nada tienen que ver con el lugar donde se dejan caer.
Como siempre buenísima la entrada!
Tengo la impresión que el momento actual de la arquitectura ha dejado de lado sistematicamente, y no siempre de manera consciente, dos palabras por diferentes motivos. Una es contexto y otra es espacio.
Seguramente la segunda por motivos diferentes a la primera.
Y me parece también que en parte se debe a que el significado del término contexto se ha reducido progresivamente. Un edificio estaba atento al contexto en cuanto lo estaba respecto a la coincidencia de un material, una altura de cornisa o una proporción de huecos. Y sin embargo el contexto parece mucho, mucho más que eso.
Deberiamos hablar, si nos siguiera interesando el término contexto, y ya puestos a hacer un chiste, de un "contexto 2.0"
Saludos y gracias
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