30 de noviembre de 2009
TURISMO
El
arquitecto debe viajar. Su formación depende de ello. Pero no contentarse con
visitar solo arquitecturas hermosas o ilustres sino también territorios
diferentes e inusuales.
Viajar
hasta ser incluso un turista de la geometría.
Esto
debe hacerse porque en realidad las líneas y los planos, como los monumentos,
son un enigma. Son objetos impenetrables y por tanto invisitables. “¿Cómo
habitar un vacío, como visitar una línea?” se pregunta Barthes al hablar de la
Torre Eiffel.
Visitar
la geometría. Pero no según axiomas matemáticos, sino arquitectónicos. Ese tipo
de exploración no consiste en jibarizarse para acampar allí a modo de simpleza
literaria sino en encontrar lo sustancioso de la geometría.
Es
tranquilizador entender la línea como un mínimo que une dos puntos. Pero la
línea tiene siempre una condición doble: es simultáneamente una cuchilla y un
puente. Siempre conecta dos mundos pero también puede alejarlos. También están
en ella nociones de continuidad y prolongación más allá de lo explorado por Kandinsky.
Si
de cada línea solo importase el comienzo, el final y su trazado solo veríamos
en ellas su axioma matemático general. Pero cada línea tiene sus propias
geometrías y sus propios axiomas y solo de ese modo el arquitecto-turista puede
cruzar con emoción una y descubrir su significado. Recorrerla desde su interior
y sorprenderse porque hay inscrita en cada línea una velocidad. También verla
convertirse en un punto cuando se inmoviliza. Así es posible descubrir en cada
una su particularidad que la libra de la indiferencia y posibilita la
arquitectura.
Como
vemos, ese turismo también es necesario, y si el viaje es algo que tiene
siempre mucho de lúdico y de apropiación, la geometría es un territorio digno
de visitar. Un turismo necesario para ver las cadencias ocultas bajo esos
incómodos signos gráficos, que no hacen sino distraer y representar
insuficientemente la potencias de la arquitectura.
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6 comentarios:
Como siempre nuestras mas sinceras felicitaciones por la reflexión, se agradece este remanso de calma dentro del bullicio de la red.
Muchas gracias por seguirlo. De verdad. Es una inusual gratificación ver que las palabras de uno tienen resonancia en alguien y no suponen solo espacio ocupado.
Saludos
A mi también me gusta mucho tu blog y lo leo con avidez Santiago. Un fuerte abrazo y enhorabuena. Tus alumnos tienen mucha suerte.
Brito,
Un abrazo muy fuerte y muchas gracias por seguirlo.
que bueno que entre los devenires del google aparezca este blog. muy interesante!!!
Muchas gracias!.
Saludos
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