6 de noviembre de 2009
CONJUNTO
Las obras de arquitectura forman un conjunto
abierto en el que cada nueva incorporación requiere recolocar las
existentes. El poder de la nueva obra de arquitectura para interpretar y por
tanto modificar las precedentes es sobrecogedor. Esa colección se reajusta y no
parece completarse sino que se crean afinidades y vínculos no exclusivamente
formales, sino también temporales, morfológicos, filogenéticos, sociales,
tipológicos… Consecuentemente ese conjunto también es un organismo acogedor y
abierto al por-venir.
Desde ese punto de vista, cada nueva obra es la
mejor interpretación de la arquitectura pasada, y el arquitecto, un auténtico
crítico, libre de la pedante literatura exegética. Pero con una responsabilidad
apabullante: y es la de no poderse permitir la ignorancia.
Conciente de esas potencias de la obra de la
arquitectura y su capacidad de cambiar el pasado, remitirnos a otras obras y
enlazarlas, el arquitecto podría darse por satisfecho si por medio de las suyas
alguien descubriese la grandeza de otras mayores.
Etiquetas:
DEFINICIONES,
FORMATIVIDAD
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