En Julio de 1944, Charles Eames escribe para la revista Arts & Architecture un artículo titulado, “What is a house?”.
La arquitectura debía proveer una visión aplicada a la vivienda donde la técnica desarrollada por la industria de la guerra pudiera ser empleada con fines más altos. Uno de los dibujos que allí aparecían es éste. Sorprende el optimismo irrefrenable que desprende. La vivienda se describe desde el punto de vista de las tareas secundarias que debe dar cabida.
Una vivienda deber permitir, necesariamente, que se pueda hacer el pino en ella. Debe permitir tocar una pieza de Bach, (que sea de Bach está implícito a que aparezca un violonchelo, pero eso es, como es obvio, solo una conjetura). También, que se pueda escuchar esa pieza musical. Que los niños jueguen a los indios y los vaqueros. Que los adultos puedan hacerlo a las cartas. Que se pueda bailar, proyectar una película, abrazarse o serrar un tablón. Que se pueda pintar sobre un caballete, que una planta crezca en su interior o que se pueda dormir la siesta. Y por supuesto, que el habitante pueda preparar un cóctel o desarrollar sus habilidades como aeromodelista. Ignoro si Chales Eames pretendía que se pudiesen hacer varias de estas cosas simultáneamente.
El dibujo evita el continuar la lista con un habitante atándose los cordones de los zapatos, o guardando un sombrero. También cosiendo una cremallera, o dejando la compra, o abriendo un plano de la ciudad.
Puede que ese dibujo sea, en realidad, una metáfora de todas las tareas secundarias que deba dar cabida cualquier casa. O una descripción de la casa como una sucesión enhebrada de todas esas tareas que es el habitar. Que sería, por tanto, la única tarea principal.
4 comentarios:
Priorizando el "habitar" por encima de todo, creo que la casa se hace según quienes la viven, pero....para contener algunas o varias de las propuestas de Eames debe ser una familia con un buen nivel. Me explico: Más de uno querría tener una casa en donde poder expresarse y definirse con esas tareas secundarias (como por ejemplo un pintor, tener su sala para poder pintar; un escultor; un agricultor, su "trocito" de tierra para cultivar lo que después comerá), pero por desgracia (o por mantener un orden) estamos inmersos en una sociedad que nos impone unas normas de edificación dentro de un entorno urbano y que nos impiden muchas veces poder expresar cómo realmente queremos "habitar".
Lo que Eames plantea sería lo ideal, y lo que mas se desea (por lo menos yo), pero creo que tiene más que ver actualmente con la casa de "veraneo" que ahora está muy de moda, y entonces quien no pueda poseer una de estas, ¿cómo es su "habitar"? ¿Es libre igualmente para expresarse que el otro que si la posee o, está cohibido por esta sociedad y por el nivel adquisitivo?
Entonces, partiendo de esta premisa nos podíamos preguntar...¿qué está pasando con la casa de "habitar" en este período?
¿vivimos por sobrevivir (como la casa de 30m2) o realmente se difruta de la casa como lugar en el cual podemos expresarnos?
Por pequeña que sea, ¿no debería cada casa poder dar cabida a todo, incluyendo los sueños del habitante?.
Cierto.
Ahora vuelvo a replantearme de nuevo el concepto de "habitar los sueños" en una casa; mi propia casa.
Gracias por tu comentario.
De todas formas aquí se sigue planteando que obviamente el que habita la casa en efecto, es su habitante, quien se adapta a la casa y adapta la casa a sí mismo a su gusto y necesidades.
Lo único entonces que tendríamos que hacer los arquitectos (como señores que NO vamos a vivir o habitar en esa casa) es por lo menos ponerle las cosas fáciles para que el habitante haga lo que él crea necesario con el hogar dónde viva. (y actualmente para que lo pueda hacer según las n+3 normas que tendrá que cumplir su casa y papeles varios).
Es decir sería al contrapunto en el cual una casa casi tuviera "instrucciones de habitacionalidad" como aquella casa que salía en "Mi tío".
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